Los depósitos de agua y las piscinas están sometidos a condiciones extremas: presión constante, cambios de temperatura, exposición química y humedad permanente. Por eso, un fallo en su impermeabilización no solo compromete su funcionalidad, sino que puede generar importantes daños estructurales y pérdidas económicas. Aquí te explicamos cómo detectarlos y cómo solucionarlos con sistemas modernos como la poliurea.

Señales comunes de fallo en impermeabilización
Si observas alguno de estos síntomas, es probable que la estanqueidad esté comprometida:
- Pérdida constante de agua sin causa aparente
- Indica microfisuras o fallos en juntas. Es uno de los signos más claros de una impermeabilización deficiente.
- Manchas de humedad o eflorescencias en el exterior del vaso o depósito
- La humedad que se filtra hacia el exterior arrastra sales minerales, que cristalizan en la superficie.
- Grietas visibles en el revestimiento o estructura
- La presión del agua, junto con el movimiento estructural, puede generar fisuras que debilitan la estanqueidad.
- Despegue o degradación del revestimiento interior
- Ocurre con pinturas epóxicas o morteros que no resisten bien la presión o el ataque químico del agua tratada.

Solución: Poliurea para impermeabilización continua
La poliurea, aplicada en caliente o en frío, es ideal para impermeabilizar depósitos de agua potable y piscinas:
- 100% estanca y sin juntas
- Se aplica en forma líquida y cura en segundos, formando una membrana continua sin uniones ni puntos débiles.
- Alta elasticidad
- Tolera movimientos estructurales sin romperse.
- Resistencia química y mecánica superior
- Soporta productos de tratamiento del agua, rayos UV (si es expuesta), abrasión y presión constante.
- Adherencia total a cualquier soporte
- Hormigón, acero, cerámica... incluso formas irregulares o complejas.

Causas más frecuentes del deterioro
- Movimiento estructural o asentamientos
- Muy comunes en piscinas enterradas o depósitos grandes. Si la impermeabilización no es elástica, se rompe.
- Falta de flexibilidad del sistema anterior
- Sistemas rígidos como morteros o membranas cementosas no toleran deformaciones.
- Inadecuada preparación del soporte
- Superficies mal limpiadas o sin imprimación correcta afectan la adherencia del sistema impermeable.
- Agua con productos químicos agresivos (cloro, ozono, etc.)
- Puede degradar recubrimientos convencionales.
Poliurea en caliente o en frío: ¿cuál es mejor?
Poliurea en caliente:
-
Se aplica con equipos bicomponentes.
-
Mayor rendimiento en grandes superficies.
-
Máxima resistencia y durabilidad.
Poliurea en frío:
-
Ideal para áreas pequeñas o de difícil acceso.
-
Aplicación manual o con equipos más simples.
-
Muy útil en reparaciones puntuales o espacios confinados.
Ambas opciones son altamente eficaces. La elección depende del tamaño del proyecto, el entorno de trabajo y la accesibilidad.
Conclusión: Actuar a tiempo evita daños mayores
La impermeabilización de depósitos y piscinas no es solo una medida preventiva, sino una inversión en seguridad, salud y eficiencia operativa. Detectar fallos a tiempo y optar por soluciones duraderas como la poliurea garantiza tranquilidad y rendimiento a largo plazo.
En Poliurea Systems te asesoramos sin compromiso. Nuestro equipo de expertos puede evaluar tu caso y recomendarte la solución más eficaz para lograr una estanqueidad total.
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